Es una enfermedad transmitida por los alimentos causada por una variedad de la bacteria Escherichia coli que ingresa al organismo a través de la ingesta de agua o alimentos inadecuadamente preparados. Afecta el sistema renal y urinario de las personas, principalmente los menores de 10 años.
El pasado 19 de agosto fue el Día Nacional de Lucha contra el Síndrome Urémico Hemolítico (SUH) y desde la Secretaría de Salud, a través de la Dirección General de Calidad Ambiental, Bromatología y Zoonosis del Municipio brindaron información sobre la enfermedad y las formas de prevenirla.
El SUH es un cuadro extraño ocasionado por una variedad de la bacteria Eschericia Coli que, en la mayoría de los casos, ingreso al organismo a través de la ingesta de agua o alimentos inadecuadamente preparados.
“No se puede prevenir con vacunas, sino mediante sencillas normas de higiene aplicadas de manera constante”, señaló el titular de la dicha dirección, Gonzalo Brutti que también destacó que la enfermedad “afecta especialmente a niños menores de 10 años” causando graves daños al sistema renal y urinario.
Las principales fuentes de contagio son la carne mal cocina, leche y jugos envasadas no pasteurizados, agua contaminada, contacto directo con animales de campo y a través de manos, superficies y utensilios sin higienizar.
Los síntomas que provoca la enfermedad son: fiebre, vómitos y diarrea, sangre en las heces, irritabilidad, debilidad y letargo, falta de producción de orina, palidez, hematomas, hemorragias subcutáneas en forma de pequeños puntos rojos (petequias) y coloración amarillenta de la piel (ictericia).
Ante la presencia de alguno de estos síntomas se aconseja realizar inmediatamente una consulta médica.
Las medidas de prevención que se pueden adoptar son:
-Adquirir productos de origen animal y vegetal en establecimientos que reúnan las condiciones de higiene y habilitación necesarias.
-Cocinar muy bien las carnes ya que, asegurando su correcta cocción, la bacteria se destruye a los 70 °C (esto se consigue cuando la carne tiene una cocción homogénea). También, prestar especial atención al interior de preparados con carne picada.
-Cocinar la carne de cerdo hasta que pierda el color rosado.
-Consumir agua potable; ante la duda, hervirla.
-No usar la misma tabla y cuchillo para cortar la carne cruda y las verduras que no se cocinarán, así evitará la “contaminación cruzada”.
-Lavarse las manos antes y después de comer, tocar animales, manipular alimentos e ir al baño.
-Mantener la cadena de frío de los alimentos.
-Consumir leche pasteurizada.
-Lavar bien las verduras, especialmente las que tienen hojas.