En el marco de la “Ley de Alcohol Cero al volante”, personal de la Dirección General de Tránsito y Transporte sigue realizando controles en distintos puntos y accesos del casco urbano.
En el marco de sus habituales operativos en distintos puntos de la ciudad, personal de la Dirección General de Tránsito y Transporte del Municipio continúa realizando también controles de cumplimiento de la “Ley de Alcohol Cero al volante”.
Desde el 1º de abril, los agentes municipales también son autoridad de aplicación de la ley bonaerense 15.402 que modificó el Código de Tránsito, imponiendo la tolerancia cero de alcohol en sangre para los conductores en todo el territorio provincial.
Los operativos móviles dispuestos por la Secretaría de Seguridad y Prevención Ciudadana se desarrollan en distintos puntos y accesos estratégicos del casco urbano, también con la colaboración de otras fuerzas de seguridad como Prefectura Naval Argentina, Comando de Patrulla y el Grupo de Prevención Motorizada.
“Estos controles, que tienen como objetivo principal reforzar la seguridad en la ciudad, también son una herramienta para detectar a quienes incumplen la Ley de Alcohol Cero al Volante”, explicaron desde la Secretaría.
Según se informó, el último fin de semana, agentes de tránsito debieron intervenir en diferentes situaciones, dado que no solo han labrado actas de infracción, sino que también procedieron al secuestro de vehículos porque sus conductores registraron niveles de alcohol en sangre o la falta de la documentación reglamentaria.
Incluso, en un caso particular también se retuvo un automóvil porque su conductor se negó a realizar el test de alcoholemia.
“Es importante que los vecinos tomen conciencia y entiendan que, si consumieron alcohol, no deben conducir. No sólo porque así lo establezca la ley, sino porque de esa manera están cuidando su vida y también la de los demás”, remarcaron desde el Municipio.
La “Ley de Alcohol Cero al volante” prohíbe conducir cualquier tipo de vehículo con motor a quien registre una alcoholemia superior a 0 (cero) miligramos por litro de sangre.
La negativa o resistencia por parte de los conductores a ser evaluados configura una “falta grave” y habilita la retención preventiva de la licencia y la imposición de la inhabilitación prevista (18 meses).
La infracción de esta Ley, además de la multa correspondiente, puede derivar en sanciones de 3 a 18 meses de inhabilitación para conducir con retención de licencia de acuerdo a los niveles de alcohol en sangre detectados.
Y si al momento del test de alcoholemia positivo no hay otra persona habilitada a conducir, el vehículo debe ser secuestrado por la autoridad de aplicación.