Luego de 2 años suspendida por la pandemia, este 21 de septiembre vuelven a pasar por la ciudad los peregrinos que van rumbo a la ciudad de San Nicolás para celebrar allí el Día de la Virgen del Rosario de San Nicolás que es el 25 de septiembre.
A partir del año 1985, todos los años se realiza, entre los días 21 y 24 de septiembre, la peregrinación a pie de Buenos Aires a San Nicolás. Entre 500 y 1.500 personas, jóvenes y adultos, caminan con fe y alegría, para visitar a la Virgen María del Rosario de San Nicolás.
La peregrinación parte desde el Km. 44 de la ruta panamericana. Las dos primeras noches, duermen en las ciudades de Zárate y San Pedro, la tercer noche, en la estación El Paraíso y el último día llegan por la noche al Santuario de San Nicolás, en donde los recibe, con una misa, el Padre Pérez, párroco de San Nicolás.
La peregrinación se originó en el año 1985, donde 6 peregrinos se juntaron para caminar 240 kilómetros hasta llegar a San Nicolás. Durante esos cuatro días recibieron muchos signos milagrosos de parte de la Virgen, incluso Gladys Motta, la vidente de San Nicolás, que en un momento caminó con ellos, les trasmitió un mensaje de la Virgen, lo que incentivó luego a la gente participar en la siguientes peregrinaciones.
Si uno se pregunta para qué la gente va caminando a San Nicolás, una de las respuestas que se podría dar, es que uno va ofrecer con alegría, el cansancio, los dolores, las incomodidades, también regalar cuatro días de nuestra vida para ir a visitar a la Virgen María, a su vez también pedirle por todas nuestras intenciones, por algún familiar o amigo enfermo, por la salud, por trabajo, etc. Y también para darle gracias por todos los dones recibidos en nuestra vida.
“La peregrinación no es una maratón de resistencia física. El sentido de la peregrinación es ir a ofrecer con alegría, los cientos de miles de pasos, que tenemos que hacer para llegar a la casa de María. La Virgen, en uno de sus mensajes, pide y quiere que la vayamos a visitar y ella nos promete, que si lo hacemos, nos va dar una gracia especial. Cuando uno llega, después de haber peregrinado cuatro días, siente una sensación de que el corazón desborda de alegría”.
“Por obra de Dios, a raíz de estas peregrinaciones surgieron vocaciones sacerdotales, matrimonios de jóvenes que se conocieron en la caminata, curaciones de gente enferma, uniones de matrimonios separados, muchas conversiones, etc”.
“Con ojos de fe, se puede sentir a la Virgen y a través de Ella a Cristo, presente en toda la caminata” escribieron para invitar a la comunidad.
Hace muchos años, que un grupo de gente está comprometida en la organización de esta peregrinación. Mover todos los años, tanta personas, en especial chicos adolescentes, durante cuatro días, es un trabajo que demanda mucho esfuerzo. Aunque ellos no caminan, trabajan para que los demás lo puedan hacer, gracias al apoyo constante que brindan a los peregrinos, durante toda la caminata.
“Es lindo ver como gente de todos los estratos sociales comparten esos cuatro días como verdaderos hermanos. Con el rezo del Santo Rosario, las misas, las confesiones, las adoraciones al Santísimo, que se realizan durante los cuatro días de caminata, uno vuelve totalmente renovado espiritualmente”.
“Esta peregrinación es un verdadero testimonio de fe, que todos los años realizan cientos de personas, que caminan por amor a la Virgen, y en donde se recibe mucha gracia divina” agregaron.
Es una peregrinación abierta, a la cual están todos invitados a vivir esta experiencia de amor y de fe.
