En este sentido, el director de Obras Particulares del Municipio remarcó que el emprendimiento “Cardales Chico” permitirá resolver una deuda histórica como son las cloacas para los vecinos de San Jorge.
El director de Obras Particulares del Municipio, Jorge Bader, resaltó es importante que los nuevos desarrollos urbanísticos “puedan contribuir a la resolución de pasivos extraurbanos históricos” aun cuando “la legislación vigente, no impone la carga de solucionar los males de arrastre del crecimiento irregular del partido bajo la responsabilidad de los nuevos desarrolladores o inversores potenciales”.
“En el caso de Cardales Chico, puedo decir que el expediente está en el HCD para convalidar el convenio urbanístico, y la asignación de indicadores de la zona. Para que se interprete el trámite, ya que esto ha generado una suma de informaciones, quiero destacar que en el protocolo de presentación de la ley 14, con la aprobación del convenio urbanístico, el certificado de no inundabilidad del predio y la asignación de indicadores de la zona, aprobadas por el HCD, el trámite se envía a Provincia y sigue su curso allí. Hasta que la Provincia no aprueba la gestión y devuelve las actuaciones con las factibilidades y la inscripción del proyecto dentro de la Ley citada, el trámite no está completo así que esta discusión local no perfecciona la actuación administrativa, sino que solo es un paso en el curso de la tramitación”, destacó el especialista sobre el proyecto del barrio abierto que se ubicará sobre Ruta 6.
“Y ya que vamos a este tema quiero diferenciar la cuestión técnica entre cambiar una zona o asignar indicadores urbanísticos. En el 2011, cuando se reformó el Código de Planeamiento, se cambiaron zonas rurales por zonas urbanas. El predio donde se implanta Cardales Chico está en una de esas zonas llamada de Desarrollo de Urbanizaciones especiales, y esto solo obliga a definir indicadores urbanísticos. Por allí se ha dicho, sin fundamento, que los lotes van a dar lugar a la construcción de dúplex, o divisiones o no sé cuántas especulaciones cuyo fundamento desconozco. Nosotros les impusimos la dimensión de los lotes, en la mayor escala que admite la ley, de hasta 370 metros, con la obligación de un retiro de frente de 3 metros, algo parecido al antiguo barrio Dálmine para que se interprete la imagen potencial y un retiro de lateral del 10% de cada medianera lo cual implica unos 2,40 metros aproximadamente entre paredes construidas, una vivienda unifamiliar por parcela con alturas límite de 9 metros máximo en cumbreras, lo cual presume la imagen de un barrio jardín. Así que toda especulación sobre duplex u otras especies como se ha escrito o comentado no tiene ningún fundamento técnico objetivo”, remarcó Bader.
“También – continuó – se especuló sobre el tema biodigestores y en esto quiero hacer un análisis. La ley 14 permite y de hecho tenemos proyectos donde la Autoridad del Agua ha aprobado el uso de estas tecnologías para el tratamiento de excretas. Nunca se admitió esta solución para este proyecto de Cardales Chico porque la ubicación del predio tiene posibilidad de vuelco y por eso se exigió la instalación de una planta modular con previsión de crecimiento para prestar servicios futuros, y últimamente ya con informes más actualizados del cálculo de vuelco se ha incorporado el dimensionamiento para prestar servicio a una población de hasta 4000 personas, el doble de lo que se espera tenga el barrio en plena ocupación”.
“Esto nos permite pensar en resolver pasivos ambientales y de servicios inexistentes en barrios vecinos, por supuesto con el gradualismo que estas soluciones conllevan”, concluyó el arquitecto.