El 9 de julio de 2007 no fue sólo una fecha patria, y para quienes viven desde hace más de 20 años en la zona, ese día tiene además otro recuerdo, es que aquel día la tarde de la ciudad se empezó a teñir con el blanco de la nieve, un suceso atípico que duró hasta el día siguiente y dejó imborrable en la memoria de los vecinos el recuerdo de este acontecimiento.
Un 9 de julio pero de hace 16 años, iniciaba como hoy, gris, con llovizna, pero con un frío aún más crudo y aunque posible, no parecía imaginar que el agua nieve y luego nieves llegaran a nuestro territorio.
Cerca del mediodía los primeros cristales de aguas nieves se veían en la ropa y sorprendían a los transeúntes en la calle, luego, llegada la tarde, los copos se hacían más grandes y comenzaba la alegría y la sorpresa de los campanaenses que algunos salían a la calle o incluso iban a la plaza Eduardo Costa a tomar fotos de los árboles, sobre todo pinos, nevados, de llevarse una postal y además con el agregado de que era un feriado y las familias se enteras se concentraban, armaban muñecos de nieve y alguna que otras “guerra” con bolas de nieve improvisadas.
Fue un regalo gratuito de la naturaleza como quien aprecia un fenómeno del firmamento, y fue muy apreciado, es que la última vez que llegó la nieve a nuestra zona fue 89 años antes.