Festejemos el 1er Aniversario de la conquista de la 3ra Copa del Mundo en Qatar 2022
“UNA FINAL DE CUENTO”
Zárate, Provincia de Buenos Aires, domingo 18 de Diciembre de 2022, 11:30AM.
Pablo toma su teléfono celular y marca en forma automática para llamar a Mariela, que se encuentra en su casa, en Mar del Plata.
Pablo: Holaaaaaa! Hola Maruuuuu….¿cómo estás?, del otro lado se escucha una voz de mujer, pero enajenada cual barra brava que le responde: “VAMO…VAMOOO…ARGENTIIIIINAAAA…VAMO, VAMOOO…A GANAAAARRR”. Y ambos ríen al unísono.
Ella futbolera desde pequeña, cuando veía a su Boca, sentada al lado de su Padre. Él, se enamoró del fútbol por su Padre, escuchando la Oral Deportiva cada tarde y los domingos cuando jugaba su River, que le daría tema de conversación exclusiva, con ese gringo de pocas palabras.
Mariela: “Nerviosa, ansiosa, bueno…vos ya me conoces…Y vos Pablo ¿cómo estás?”
Pablo, que era mas racional que su compañera, con sus análisis tácticos y técnicos, su memoria prodigiosa sobre cada dato Mundialista de Argentina, desde que vio en la tele en blanco y negro, en la casa de sus Viejos el Mundial 78. Si le gustaba del fútbol, era fanático de los Mundiales y desde ese primer Campeonato y coronación Argentina, se jactaba de haber visto, cada uno de los partidos que disputó el combinado nacional durante los siguientes mundiales y hasta la fecha.
Pablo: “LOCOOO…como voy a estar (y suelta una risa nerviosa) ajaja. Ya hice todos mis análisis, viste que juega Di María, me encantaaaaa. Pero sabes que no le ganamos a un Campeón del Mundo en los 90 minutos desde el gol del Cani a Brasil en Italia 90…pero nada, estoy confiado…no confiado NOOOO. ¡Con fe!
Mariela, se toma un segundo y fiel a su personalidad se despacha con: “Si le tuvieras tanta fe, yo estaría viendo el partido sentada al lado tuyo, ¿no?”
Pablo esboza una sonrisa, toma aire y encuentra la respuesta que espera su enamorada del otro lado; “Yo…yo te quiero AGRADECER que entendieras, que ME entendieras. Que este sacrificio, que estamos haciendo, lo hacemos por Ellos…por Leo, por el Dibu, por todo el Equipo. Lo hacemos por una alegría que nos merecemos todos los argentinos”
Mariela lanza una gran risotada (que era una de las cosas qué a Pablo, más le gustaba de Ella) y dice: “Pero mira que resultaste cabulero Pablito. ¿Dónde está el señor pensante, analítico, dónde? Sos peor que Bilardo. Y si hoy, vos en Zárate viendo sólo el partido en tu casa y Yo en la mía en Mardel, y perd…” Pablo la interrumpió abruptamente: “Ni se te ocurra decirlo” dijo casi gritando y continuó luego mas relajado: “No pasa nada, pensemos positivamente, pensemos un final Feliz”. Mariela, volvió a reír y dijo: “Bueno, hablamos en el entre tiempo, ¿dale?”. “Si, dale” dijo Pablo. Cortó y fue a subir el volumen de la tele, que mostraba que los jugadores ya se venían para el túnel y las tribunas repletas, y como el viento aúlla la llegada de una tormenta, bajaba de estas el sonido de la canción MUCHACHOS. Se sentó en el lugar de siempre, con la misma remera azul, que había usado desde el segundo partido. Luego se cebó un mate esperando el inicio.
En esa espera en solitario, como en un rapto de reflexión, se puso a pensar ¿qué le había pasado, qué espíritu fanático e incoherente se había apoderado de su ser? Ese ser tan terrenal, sensato, formal, se había transformado en un hincha con poderes, que podría alimentar desde la soledad de su casa y a través del televisor, con la energía necesaria a esos jugadores y cuerpo técnico al ÉXITO tan anhelado por 40 millones de almas.
Y su mente lo llevo a poco más de un mes atrás. Era el principio de noviembre y Pablo no estaba muy enganchado con la euforia Mundialista que siempre tuvo. No sabía si era el cambio de fecha, normalmente los campeonatos se disputaban en Junio y Julio, el invierno del hemisferio sur. Y no cuando el verano estaba a la vuelta de la esquina. Pero cuando los dueños de un portal de Noticias local, sabiendo su pasión por los Mundiales de fútbol y la Selección Argentina, sumado a su gran memoria sobre partidos, equipos y resultados, lo invitaron a publicar una nota referencial sobre el Torneo que estaba a horas de comenzar. Decidió que haría un resumen, cruzando realidades sociales desde su óptica, con la participación de nuestro equipo en cada edición, arrancando por el jugado aquí en el año 1978, cuando Pablo tenía solo once años. A dicha nota la bautizó: “LA ARGENTINA CONTADA EN MUNDIALES”. Para él, la vida era lo que pasaba entre Mundial y Mundial. Reparando en que, su mundo se detenía durante ese mes, cada cuatro años. Así entonces hablo del amor incondicional por la Selección, que nació desde la gesta del equipo del Flaco Menotti, con Kempes, Passarella y Fillol como estandartes. Una alegría que era opacada por una Dictadura que mansillo los Derechos Humanos. España 82, y un equipo lleno de figuras, que no brillo, mientras el País sangraba por Malvinas. México 86, la consagración del Diego, un nuevo título de Campeón, ahora con el Dr. Bilardo y la renovación de esos votos de Amor por la celeste y blanca. Italia 90, un Maradona perseguido por las patadas y las lesiones, con un equipo emparchado, penales y una nueva final, pero que esta vez no pudo ser. EEUU 94, un equipo que entro por la ventana y arrancó brillando…hasta que al 10 le cortaron las piernas (todavía me acuerdo donde estaba cuando escuche la noticia). Francia 98, finales de la plata dulce, un equipo que mezclaba experiencia con jóvenes promesas, pero se volvió antes de lo pensado. Korea-Japón 2002, pos corralito y 5 presidentes en una semana, la decepción de volvernos en primera ronda siendo candidatos. Alemania 2006, el país se recuperaba de otra etapa negra y un equipo de lujo dirigidos por quien los había formado en las juveniles e incluía el debut de Leo, nos llenamos de esperanzas y nos dejaron afuera los locales. Sudáfrica 2010, con el 10 en el banco y el nuevo 10 en la cancha, pero el fútbol no entiende de numerologías y Alemania nos despachó antes de lo imaginado. Brasil 2014, dirigidos por un gran formador de grupos, con un Messi que arrancó con goles y nos entusiasmamos, volvíamos a jugar una final, “con lo que cuesta”. Pero la mala puntería o el destino, nos dejó con las manos vacías. Rusia 2018, el país había elegido un cambio que nunca llegó, el equipo estuvo a la par, nunca se encontró y se fue perdiendo con quien mas adelante fuera el Campeón
Para cerrar la nota dejó esta reseña y un deseo:
“QATAR 2022: La situación económica de la Argentina no consigue afirmarse para los ciudadanos de a pie. Sin cambios significativos post pandemia nos acercamos a otro fin de año donde la inflación y el malestar general emergen en las noticias y en las charlas de café superan a la inseguridad, que durante años fue tema prioritario. Hoy con la fe puesta en estos muchachos qué, dirigidos por un novicio entrenador, logró formar un equipo que nos llevó a un título continental después de casi tres décadas. Un equipo que incluía al mejor del Mundo y por primera vez no alrededor de él, un equipo con él. Por eso, a días del comienzo no me encuentro ansioso, ni fanatizado, yo diría solo esperanzado, porque si la persona que esta para armar y dirigir un conjunto de jugadores, puede repartir responsabilidades, y genera la idea de un trabajo mancomunado…los objetivos grupales se pueden alcanzar. ¡QUÉ ASÍ SEA!”
Abrió el portal de noticias el domingo 10 de noviembre por la mañana y se encontró con su escrito. Faltaban diez días para el comienzo de Qatar 2022, doce para el debut de la Selección de Scaloni. Ese fin de semana, se encontraba de visita en Zárate Mariela. Su Novia, su compañera, su Amiga…si todo eso y más Ella al verlo tan metido en la lectura, le pidió que lo leyera en voz alta. Al final del texto, Mariela le descubrió una sonrisa de satisfacción y a su vez la mirada del niño que recibe su primera pelota de regalo. Lo cual le despertaba una gran ternura. Mientras continuaban con el desayuno, Ella con una gran sonrisa, se despachó con una noticia, que consideraba feliz. “Pablo, me confirmaron que tenemos franco la semana próxima, lunes y martes. Así que vamos a poder ver juntos el primer partido de la selección”. Él, ensayó una sonrisa y mientras su boca expresaba alegría, por lo que sentía por su compañera. Su corazón futbolero se estrujaba, el estómago se le daba vuelta. En esos casi dos años de vínculo, que comenzó cuando este equipo había iniciado el camino hacia su primer gran logro, la Copa América disputada en Brasil en 2021. Él había mantenido en secreto que, durante esa Final con los locales en el Maracaná, mientras Mariela estaba en Zárate en casa de sus Padres, inventó una reunión con amigos para ver el partido “solo“, porque en realidad post pandemia, había visto solo, todos los partidos oficiales de Argentina y se venía manteniendo invicto. La cadena de victorias oficiales, continuó con los partidos eliminatorios que clasificarían para Qatar y además, ganar la Finalísima, donde enfrentamos al vigente Campeón de Europa, Italia. Y fue paseo, 3 a 0 en el estadio de Wembley, el resultado quedó corto a la exhibición de la albiceleste. Entonces, como decirle a su compañera, que él por una cuestión fuera de toda lógica podía considerar que incidiría en el resultado de ese primer partido. Así que tomó aire y se dijo: “Arabia…que puede salir mal”
Martes 22 de Noviembre 2022.
Decidieron dejar el desayuno para el entretiempo. A los 10 minutos Messi, penal y gol para el 1 a 0. Arranque prometedor. Luego no fue uno, ni dos, sino tres goles anulados. Uno por una uña a Lautaro. Pablo no entendía como se les hacía imposible quebrar esa defensa en línea. Durante el receso y mientras compartían el café, hace un breve análisis negativo de la primera parte, que Mariela desestima. Inicia el segundo tiempo y la cosa no solo no mejoraba, un par de errores defensivos y en menos de diez minutos Arabia lo había dado vuelta, 2 a 1. El muchacho, no podía salir del abatimiento y miraba hacia su novia, sentada a su lado, se sabía feliz por lo que estaban construyendo…pero cómo le había hecho esto al Equipo, a Leo, en la que posiblemente fuera su última oportunidad con 35 años de saber cuánto pesa la Copa del Mundo. Si veníamos invictos por mas de treinta partidos que vio solo. “Perdimos con Arabia por culpa MÍA” se dijo para sí, desde ese pequeño hincha fanático de su interior, que no buscó culpas en la compañera. Luego, salir a trabajar con la decepción de la derrota a cuestas en una Ciudad de caras largas y figuras silenciosas que caminaban mirando el piso buscando esperanzas. Hasta que se encontró con un par de periodistas que estaban haciendo notas para el canal y lo invitaron a participar. Pablo, no pudo ocultar su decepción, pero como había escuchado al Capitán decir en conferencia: “que la gente confíe, que este grupo no los va a dejar tirados”. Decidió confiar y remató la entrevista desde su optimismo con “La esperanza es lo último que se pierde y Yo confío en este Equipo”,
Que largos fueron los cuatro días que separaban con el siguiente partido, íntimamente sabía que era una final anticipada, ya que si no lograba un buen resultado sería despedirse. Y el rival sería México, que había olido sangre, tenían la posibilidad de lograr una conquista contra esta Argentina herida.
Sábado 26 de Noviembre
1ra Final ARGENTINA – MÉXICO (segundo partido fase de grupos)
Pablo volvía a ver en soledad el partido, pero comenzaría otro ritual. Media hora antes del partido, llamado telefónico a Mariela (en Mar del Plata), intercambiaron nervios, ansiedades y risas. Buenos deseos y a retomar la charla en el entretiempo. Segundo tiempo, cambios e ingresos de los pibes Julián y Enzo al equipo y afuera un par de históricos y el desahogo en el grito de gol de Messi desde afuera del área. Para decorar el resultado, Enzo Fernandez marcaría el segundo y una victoria que celebrarían a la distancia con otra llamada que disfrutaron casi 1 hora.
Miércoles 30 de Noviembre
2da Final ARGENTINA – POLONIA (tercer partido fase de grupos)
Los días previos fueron de optimismo renovado. Pablo y un nuevo llamado, el deseo de suerte entre ambos, pero ahora habría mensajes en jugadas o momentos claves. Como si estuvieran viéndolo juntos a pesar de la distancia. Argentina va por el triunfo desde el comienzo, con juego y concentración. Un penal mal cobrado y el arquero polaco hace justicia, pero en el segundo se consolidaría en la red el gran juego del Equipo de Scaloni. Conexión boquense (Molina para Mac Allister) 1 a 0, después conexión riverplatense (Enzo F, para Julián después de 26 pases ininterrumpidos) y 2 a 0. Primeros en la Zona y a comenzar a creer en todas las coincidencias que marcaban las publicidades de televisión respecto al ´86.
Sábado 3 de Diciembre
3ra Final ARGENTINA – AUSTRALIA (octavos de final)
Pocos días de descanso, pero con la fortaleza de haber dado vuelta la historia inicial. Ahora era la etapa de ganar o volver a casa. Ahora era Mariela quien sorprendía llamando antes del partido. A pesar que hablaban todos los días, estos llamados mundialistas eran distintos, cargados de la pasión que solo despierta el futbol y atraviesan a creyentes y agnósticos. El partido se juega en campo de Australia, pero no aparece el gol. Hasta que de una jugada que parte de un tiro libre cerca del corner derecho, un centro devuelto, pase de Alexis para Ota y Leo que toma el rebote y filtra un tiro rasante al segundo palo y 1 a 0. El segundo tiempo la albiceleste se fue al cuello para liquidar el duelo y la presión alta mas la ambición goleadora de Julián ponía el 2 a 0, que tenía gusto a poco. Porque Lautaro que ingreso y su puntería no estaba fina, permitió que un tiro que se iba a la tribuna se desvió en uno de los nuestros y 2 a 1. Para tener un final de escalofríos, cuando un australiano a segundos del final quedó solo frente al arco y apareció la figura gigante de Dibu, que contuvo el remate y se celebró como un gol en las tribunas, en la cancha y las casas de Argentina. Mariela y Pablo hablaron una hora tras el partido, a pesar que el susto del final les dejo la garganta en un hilo.
Se definió el rival de Cuartos, Holanda (si, para Pablo que vivió la final del 78, nunca serán Países Bajos). Con una historia a cuestas de varios encuentros donde la balanza se inclinó hacia uno y otro lado. La última en Semis de Brasil 2014, donde Argentina se lo llevó en los penales y Chiquito Romero se convirtió en Héroe. Ahora serían seis los días de espera hasta ese encuentro, se jugaría el viernes 9, que coincidía con un feriado puente en la Argentina (ya que el jueves 8 era el Día de la Virgen). El lunes temprano, a Pablo lo despierta un mensaje de voz, era Mariela que le contaba exultante que había conseguido pasajes para Zárate. Aprovechando el feriado, viajaría el jueves y pasarían todo el fin de semana juntos, lo que al muchacho le encantaba. Su compañera encontraba opciones para compartir con él y de paso visitar a sus Padres. Cuando él estaba respondiendo, cayó en la cuenta que estaría justo para el “partido” y el karma, los Dioses del Fútbol o vaya a saber que fuerza sobrenatural, le habían demostrado que él debía ver solo los partidos, ya que en la única ocasión de esos casi cuarenta partidos que jugó la Selección, perdió en el que Pablo lo vio acompañado y luego volvió a la senda del triunfo cuando lo hizo nuevamente en soledad, además se jugaba la posibilidad de ganar y quedar entre los cuatro primeros del Mundo. Pero, como se lo diría a su Novia, para que Ella no sienta que es en su contra, sino a favor del Equipo. Tendría que hacerlo personalmente y con mucho tacto. El jueves 8 la fue a buscar a la Terminal de ómnibus y fueron para la casa de los Padres de la muchacha, donde los esperaban a cenar y luego irían a casa de él. El Padre de Mariela, muy futbolero sacó el tema del campeonato y la fecha que se jugaría al día siguiente. Pablo aprovecho la oportunidad y fue llevando la conversación para donde él quería, le preguntó dónde había visto los partidos anteriores y donde vería el próximo, ante la mirada de su novia y su Madre que compartían la mesa. Entonces el viejo comentó que sus Nietos (los sobrinos de Mariela), lo habían invitado para verlo en su casa, por la tele mas grande y la comodidad del lugar. Pero este desistió, primero diciendo que se iba a poner nervioso entre tanta gente y su salud no era la ideal. Pero el muchacho, vio una sonrisa pícara en su suegro y lo chicaneo diciendo: “¿Pero la verdad es?”. Y el viejo viendo la complicidad respondió “La verdad es qué, Equipo que gana no se cambia. Y yo vi todos los partidos acá, en mi casa” y largó una gran risotada. Pablo aprovecho la oportunidad y disparó: “¿Escuchaste Mariela lo que dijo tú Papá?”. “Si”, respondió Ella y el muchacho se paró de la silla y continúo como si fuera un abogado defensor que tenía dar su alegato final: “Bueno, te tengo que confesar algo. Algo que no te pude decir hace días atrás. Necesito que me escuches bien, porque quiero que entiendas que esto lo hago por Amor”. Mariela enfocaba sus ojos y la boca se le abría por no entender nada, lo mismo que sus viejos. “Mariela yo te mentí, en realidad te oculté algo. Te acordás cuando vos viniste por primera vez a Zárate, después que nos reencontramos en Mar del Plata” y continuó: “Y que coincidió con la final de la Copa América, que le ganamos a Brasil allá con gol de Di María. Bueno, yo no me fui con los chicos a ver el partido, lo vi solo en casa porque había visto todos los partidos solo y no quise cortar la racha, la cual se mantuvo. Por eso cuando vos me dijiste que íbamos a ver el primer partido contra Arabia, yo me mordí los labios, porque no quise que creyeras que no lo quería ver con Vos y PERDIMOS. No por vos, por MI, porque corté el Invicto del Equipo por no respetar la cábala”. Mariela, primero se enojó, se enojó mucho, como siempre lo hacía desde su personalidad Ariana. Pero luego vio a su hombre, convertido en un niño, un niño de 11 años que deseaba profundamente que el fútbol le devuelva una alegría y le preguntó: “Y que quieres hacer?”. Pablo no lo dudó: “Que por amor a lo que construimos en estos dos años a nuestra edad y por amor a la Selección, vengas a ver el partido con tu Papá como cuando eras chica y me dejes ver el partido solo. Por AMOR” Su Padre, le guiño un ojo para confirmar, igualmente Ella se tomó un par de segundos para responder y cuando le dio el visto bueno, Pablo la abrazó y besó fuerte, ante la mirada de los viejos y la mamá de Mariela soltó un: “SON LOCOS ESTOS DOS”. Y esos chicos de mas de cincuenta, aún abrazados, estallaron en una carcajada.
Viernes 9 de Diciembre
4ta Final ARGENTINA – HOLANDA, (cuartos de final)
Mariela había aprovechado para almorzar en casa de sus padres y disfrutarlos como no lo hacía desde mucho tiempo. Pablo la llamó como siempre, minutos antes del arranque, aunque habían desayunado juntos, el tiempo volaba por los nervios. Ella disparó un par de ironías…obviamente no se lo iba a perder y quedaron en hablar en el entretiempo. Van Gaal, técnico holandés había calentado el partido con declaraciones previas en la semana. Los argentinos, se mantuvieron en una postura sobria, hasta que arrancó el partido. Todo era dientes apretados y los europeos firmes en su campo para no dejar que haya contacto entre Messi y sus compañeros. Pero el 10, se disfrazó de Bochini y puso un pase entre las piernas de varios contrarios y dejo cara a cara a Molina que puso el 1 a 0, con el que se fue el primer tiempo. Los albicelestes decididos, no bajaron el ritmo y el segundo estaba al caer, pero se hacia desear hasta que Acuña recibe una falta y penal. El arquero holandés que también había hablado demás en la semana, Leo lo convirtió en estatua y marcaba el 2 a 0. Cuando parecía que estábamos para el tercero, forcejeos empujones, casi una batalla con un árbitro español amante de las tarjetas amarillas. Un bochazo al área una distracción y 2 a 1. El español, no solo conforme con dar 10 minutos de alargue inexistentes, al minuto 11 dio un tiro libre confuso para los europeos y 2 a 2. Pablo, comprobó que la mesita de madera que tenía delante de él era de buena calidad, ya que no se partió en dos después de bajar un puñetazo con sus 90kg. La llamó con vos temblorosa a su novia. No lo podía creer como se había escapado la oportunidad, pero decidido a creer que la diferencia de nivel pondría el saldo a favor de Argentina. Los primeros 15 minutos pasaron volando, el segundo tiempo adicional fue un baile, pero la pelota no quiso entrar. Penales, como en 2014…y esta vez, fue Dibu Martínez, el arquero que hasta hacía dos años pocos conocían era el héroe de la jornada. Pasamos a Semis. Pablo tomó su vehículo y fue esquivando a una oleada de gente pintada y vestida con los colores nacionales. Llegó a lo de sus suegros, se abrazo y comenzaron a saltar con Mariela al grito de Ar gen ti naaa…A los pocos minutos, la lluvia se desplomó sobre la Ciudad, en brazas por el calor del verano que llegaba y la euforia del partido.
Martes 13 de Diciembre
5ta Final ARGENTINA – CROACIA (semifinal)
El muchacho de tantas cábalas, hacía caso omiso a que el partido se disputara justo, un martes 13. La llamó, como correspondía a el ritual que habían armado con su compañera, que ya estaba de nuevo en su Ciudad. Modric y sus muchachos, que habían sido verdugos en la 1ra fase del mundial de Rusia, iniciaban el partido en nuestro campo, tal vez envalentonados de haber dejado afuera al Pentacampeón. Pero les duró poco, una corrida de Julián y penal que Leo cambia por gol. Otra vez Julián, pero arrancando como al galope desde nuestro campo y llevarse por delante a todos y empujar el 2 a 0. Sería la segunda vez que se hacía un gol en un Mundial arrancando desde atrás de la mitad de cancha, el primero lo hizo Diego Armando Maradona, cuando se montó a ese “barrilete cósmico” y selló el gol más lindo de la historia de los Mundiales. Argentina se floreaba, pero todos miraban con dudas al 10 que se tocaba la parte posterior de la pierna. Pero las dudas se despejaron cuando, como si fuera una película de superhéroes, un gigante enmascarado lo perseguía…pero no lo podía alcanzar, lo sacó a pasear por todo el frente derecho, hasta que entró al área y en su inmenso talento y generosidad, le entregó la posta a Julián para que marcara el tercero y el pase a otra final. La quinta que Pablo vería en sus 55 años. Levantó el teléfono y hablaron entre risas y canticos con su mujer, Vamooo…vamoosss…AR GEN TI NAAAA.
Los días siguientes pasaron como en cámara lenta. Ya sabíamos que el rival del último partido sería Francia, equipo que nos firmó la salida del Mundial anterior. Un Campeón, que repetía final cuatro años después, rompiendo el malefició de varios torneos donde el último equipo luego de alzarse con la Copa se iba temprano del próximo torneo. Solo Argentina luego del 86, llegó a la final del 90 y Brasil luego de llevarse la Copa en el 94 fue finalista en el 98. Pero ambos casos tenían la misma referencia para Pablo y su análisis de resultados. En ambos casos perdieron la siguiente Final,”No hay dos sin tres”, se repetía, dando aliento a la angustia de no tener esa verdad revelada, hasta que sonara el pitazo del árbitro marcando el centro del campo de juego y coronando a quién fuese el ganador.
Pablo, no pudo abstraerse de todo el bombardeo mediático, ya que por mas que evitara los canales deportivos de TV o Radio, ahora con las nuevas tecnologías, tanto en su computadora o su teléfono inteligente, les llegaban los comentarios de estos extraídos en fragmentos. En sus habituales charlas con Mariela, le había confesado que se le hacía imposible sostener la atención en esos Periodistas que habían tomado al Capitán de las Selección y varios de los históricos durante años como blanco de críticas desmesuradas, que iban mas allá de lo deportivo. Y los había bautizado: LOS APOSTOLES DEL FRACASO. Esos devotos seguidores del diario del “lunes”, que nunca se equivocaban apostando a la derrota, en algunos casos para imponer a algún técnico bancado por el Medio que representaban. Y ahora los veía conversos ante el Nuevo Mesías y aprobando con loas la inclusión de Di María en el partido mas importante, cuando antes lo habían tildado de pecho frío y hasta de rodillas ante las cámaras pedían al Técnico que no lo convocara mas hacía solo un par de años antes. Y por tal motivo había seguido las transmisiones por la TV Pública, desde la Copa América de Brasil 2021 y mal no le había ido.
“Se vienen los equipos para la cancha”. Grita el relator de la TV y lo trae de vuelta a la realidad. Se acababan las conjeturas y las angustias. Era el momento de la verdad. En un par de horas Pablo sabría si esa cábala de ver solo los partidos de la Selección, terminaría con el éxito o……
Domingo 18 de Diciembre 12AM
6ta Final ARGENTINA – FRANCIA (“La” Final)
Desde el arranque Argentina marca el ritmo del partido, imponiendo una presión alta que recupera la pelota, pero además administra con toques precisos y profundiza con la inesperada aparición por el frente izquierdo de Fideo. Los minutos transcurren con el equipo nacional manteniendo el ritmo y el juego, hasta que al minuto 20 es el mismo Di María quien deja atrás a Dembelé que lo toca y penal para Argentina. Leo, lo cambia por gol y se convierte en el Primer jugador en marcar en todas las instancias de un mismo mundial (Fase de grupos, Octavos, Cuartos, Semi y Final). Los albicelestes mantienen en liderazgo y concentración. Y en la determinación de llevarse por delante al rival y desde su campo y con una gran presión defensiva logran hacerse de la pelota y desatar el MEJOR contragolpe de la historia, de las finales de un mundial de fútbol. Toca Molina para Mc Callister, y este a un toque para Messi, que se da el lujo de acomodar y en el mismo movimiento asistir a Julian, este también a un toque para Alexis que a su vez levanta la cabeza y ve volar por la izquierda a Fideo, entonces a un toque para él…Y Di María ante la salida del arquero galo a un toque y por sobre el cuerpo de este convertía el 2 a 0. “Y voló como un Ángel, con el corazón dibujado entre sus dedos y el grito en su garganta, los ojos llenos de lágrimas, para soltar de una vez por todas toda la bronca contenida por aquella dichosa lesión que lo dejo afuera de la final de 2014. Una montaña humana de compañeros lo abrazan en el suelo y luego su puño levantado hacia las tribunas aún con los ojos llenos de lágrimas que decían: el fútbol da revancha y tuvo justicia para este hijo de carboneros de Rosario”. El entretiempo duró un suspiro y en el llamado entre Pablo y Mariela, se notaban nerviosos, porque para los nacidos en estas tierras sabían que Nada es Fácil como se pinta.
Inicio del segundo tiempo y todo sigue igual. Bueno, no todo. Los franceses cambiaron a dos de sus titulares antes del final de la primera mitad y aún así no encontraban el partido. Argentina se paseaba por el campo de juego, pero el tercero que parecía estar al caer no aparecía. Scaloni, creyó que Di María ya había cumplido y Julián había dado todo. El juego no cambia. Hasta el minuto 81. Parece la marca que tiene nuestro fútbol, como en ´78 lo hizo Nanninga para Holanda y en el ´86 lo había Voller para Alemania. Mbapé que había sido un espectador de lujo, en una ráfaga de un penal (mancha) y la única distracción defensiva Argentina, con una volea tremenda, ponía el 2 a 2 que nos aflojaba las piernas a todos, menos a el capitán, que tomó sobre final del partido la pelota en la media luna y disparó…pero Lloris con reflejos espectaculares desvió para enviar el partido al Suplementario.
El llamado de Mariela fue veloz, no se entendían lo que hablaban, como en 1 solo minuto había cambiado todo. Estaba tan cerca y ahora…30 minutos más. El partido, ponía a prueba las emociones de ambos.
El primer tiempo del suplementario fue una exhalación, los nervios de los minutos finales de los 90 y ese empujón anímico con el que terminaron los franceses, ni se notaron y los nuestros se fueron acomodando a la situación. Cuando inició el segundo suplementario, nadie puedo imaginar que estos veintidós deportistas, llevarían a cabo la mayor y más dramática final dentro de esa fantástica FINAL. Argentina envalentonada por reencontrar el juego va en búsqueda de la victoria y a los 4 minutos de esa parte, un recién ingresado Lautaro Martínez, le baja una pelota que caía desde lo alto para Messi en el borde el área grande de Francia. Y este da un toque para Enzo, que a su vez filtra un pase milimétrico para Lautaro dejándolo mano a mano con Lloris y decide fusilar al arquero, para así terminar con su sequía goleadora que lo acompaño a lo largo del torneo, el portero francés alcanza a levantar la mano e impacta la pelota en ella, pero la potencia del disparo lo deja tirado en el piso, y de reojo alcazaba a ver al capitán argentino, que nunca detuvo su marcha cuando su compañero recibió la pelota y fue a culminar la tarea que había impedido el arquero, aumentado la velocidad de carrera impacto de derecha para convertir el 3 a 2. Pablo salta del sillón y lo grita desaforadamente, pero corta abruptamente el festejo cuando ve la bandera del juez de línea levantada, idas y vueltas, control del VAR y ahora siiiii, “Gol, goool” y cae sentado otra vez en su lugar. “Vamos carajoooo” volvió a gritar y su corazón volvió lentamente a bajar los latidos. Falta poco, pero todavía faltaba tanto. Una serie de centros cruzados en busca de atacar por parte del equipo galo, casi sin ideas y a solo falta de 3 minutos para el final un remate desde afuera del área impacta en el brazo de Montiel y penal que convertiría Mbapé, para marcar el tercero en su cuenta personal que lo llevaba a ser el máximo anotador de la Copa y ponía 3 a 3. “Penales, otra vez” Se dijo Pablo, pero a esta historia de suspenso le faltaba un capítulo más. A los 15 minutos se le adicionaron tres mas y cuando iban ya 3:10, un rechazo en mitad de cancha por un defensor francés y al no poder alcanzarlo Otamendi arrojándose en una pirueta para despejar, la pelota le cayó en el pie derecho a Kolo Muani, quedando cara a cara con el arquero argentino. Y cuando el delantero saca derechazo violento y bajo…Dibu Martínez lo enfrenta y estirando su pierna izquierda despeja el remate, en la que será considerada, una de las atajadas mas importantes en los Mundiales. Pablo había enmudecido, ni una palabra podía salir de su boca, su corazón dio un gran salto y cuando reaccionó vio que un centro caía sobre el área francesa, Lautaro anticipaba en el salto a su marcador, pero el cabezazo se fue desviado y el árbitro polaco marca el final de los 120 minutos.
Ahora sí, penales…como si faltara algo para estirar la incertidumbre. Y se le vienen típicas frases: “la lotería de los penales” “es cuestión de suerte” y tantas otras. Ve en la tele al Técnico nacional en medio de un circulo de jugadores, hablando y alentando. La comunicación con Mariela es por mensajes, no pueden hablar, el tiempo es escaso. Los capitanes sortean el arco y quien inicia la serie. Los todos los jugadores de los dos equipos se alinean en la mitad de la cancha, solo los dos arqueros acompañan a la terna arbitral. Inicia pateando Francia.
Mbape, cruza el tiro sobre la derecha del arquero argentino que la roza, pero la pelota entra con el palo: 1-0 Francia
Messi, espera el movimiento de Lloris, y toca suave sobre la derecha, tan suave que el arquero que iba hacia su izquierda se vuelve, pero es tan exacto el tiro del capitán que la pelota ingresa mansamente: 1 a 1 (Pablo suspira ante el gol del capitán que le lleva tranquilidad)
Coman, remata fuerte sobre la derecha del arco y Dibu Martínez para el penal entre manos pecho y cara: 1 a 1 (Pablo: “Vamoooo Dibuuuuu”)
Dybala, toca suave y al medio del arco, cuando Lloris eligió su izquierda y la pelota entra de casualidad, pero entra: 1-2 para Argentina (Pablo grita un “Gol” casi ahogado porque pensó que no entraba)
Tchouaméni, recibe la presión del arquero antes de patear y cuando llega a la pelota con la decisión tomada, ve a Dibu ir para el mismo palo y fuerza tanto el remate que se va desviado, las tribunas estallan: 1-2 para Argentina (Ahora si Pablo salta y grita fuerte “VAMOS CARAJOOOOO”)
Paredes; fuerte y a la derecha como contra Holanda, Lloris adivina, pero no llega:: 1 -3 Argenina (“Vamooooossss”, es lo único que puede gritar apretando los puños, ya los ojos se le empiezan a humedecer).
Kolo Muani, va por su revancha, si falla se acaba todo. Dibu Martinez elige nuevamente el palo derecho, pero el remate fuerte del francés entra alto y al medio del arco: 2-3 Argentina.
Montiel, camina desde el medio de la cancha a enfrentar su destino, la pelota que le dio en la mano en el suplementario le dio el penal a Francia y el empate que lo llevó a ese momento, en pocos segundos será héroe o mártir. Acomoda la pelota, toma carrera y mueve de forma espasmódica su cabeza de hombro a hombro como para liberar la presión de su mente, los ruidos y el peso de la responsabilidad…El instante se hace eterno o tal vez Pablo lo sintió así, paralizado en el sillón de su casa, como cuando veía con su padre el final de las películas del Lejano Oeste donde el bueno y el malo se batían a duelo a un solo disparo. Suena el silbato y corre hacia la pelota, se afirma sobre su pie izquierdo y cuando el gigante arquero francés se lanzó hacia su izquierda, le cruzó el derechazo hacia el otro palo para vencerlo convirtiendo el penal definitivo.: FRANCIA 2- 4 ARGENTINA
¡ARGENTINA CAMPEÓN DEL MUNDO!
Pablo salta del sillón al grito de gol, que durará un rato largo y cae de rodillas al lado de la pantalla del televisor, mientras lo ve caminando a Cachete Montiel un par de pasos, sordo de la emoción y cegado por las lágrimas que explotaron de sus ojos, que intenta secar con la con la camiseta ya en sus manos, hasta caer derribado por Lautaro y otros compañeros que se apilan sobre él, para festejar el gol que nos dio el Campeonato.
Pablo se reincorpora, sin dejar de mirar la pantalla para observar cada detalle de lo que pasa en el campo de juego, pero sin poder emitir sonido. Ve por la ventana salir gritando a su vecino Marcelo y Facundo su hijo y les grita “VAMOS CARAJOOOO” y ellos le responden juntos “SOMOS CAMPEONES DEL MUNDOOOO”, con una sonrisa que no les conocía hasta hoy y nos les entra en la cara. Se vuelve hasta el sillón y toma su teléfono para llamar a Mariela, marca y a los pocos segundos la voz inconfundible de su compañera que grita del otro lado: “DALE CAMPEOOOON, DALE CAMPEOOOONNN” y suelta su famosa risa que tanto el ama y sigue: “Somos campeones Pablito…somos campeones”. Ese hombre de cincuenta y cinco años, amamante de la Selección, se le hace un nudo en la garganta, tantas desilusiones, esas finales que estuvieron tan cerca como la del 90 y la del 2014, treinta y seis años habían pasado desde que Diego levantó la copa en México y ahora le tocaba al nuevo 10, a Leo ir por ese trofeo tan ansiado. “Si Maru, so…somos campeones” contesta con un hilo de voz y los ojos llenos de lágrimas, comienza a llorar y no puede creer lo que le pasa, un tipo duro para mostrar sus sentimientos y esa inmensa alegría lo pone a llorar como un chico. Desde el otro lado la mujer lo contiene, cuando él puede retomar la calma continúa: “Sí, Campeones mi amor…valió la pena mantener la cábala. Pero me muero de ganas de abrazarte para festejar”. Mariela se tomó un segundo y le dijo: “Estoy Feliz, estoy Feliz por el equipo, pero estoy mas Feliz por vos…se lo que lo deseabas. Y escucharte tan emocionado, me dan ganas de ir corriendo a abrazarte. Si claro que vamos a festejar…pero me tenés que prometer algo, ¿dale?” Pablo ni lo pensó y respondió: “Si claro, pedí lo que quieras”. Y ella dijo: “Como yo te banqué en tú cábala, quiero que cuando vaya a Zárate para las Fiestas, veamos la Final de nuevo, juntos”. El muchacho sonrió y contestó “Claro que sí, va a ser genial”. La charla continuó por un par de minutos mas, hasta se escuchó la voz de la pequeña hija de Mariela que la invitaba a salir a la calle a festejar, como todo el País. Entonces cortaron y mientras Pablo seguía viendo en la pantalla la ceremonia de premiación, en las calles se escuchaban bocinas de todo tipo de vehículos, cornetas y voces que cantaban por la Tercera. Se dijo para sí ismo, “que suerte tengo…la mujer que me acomp, me Fom bancó en mi única locura, por amor. Y soy uno de los argentinos que vio cada una, de las tres finales ganadas por la Selección”. ¡Por ahora!
FIN