La secretaria de Desarrollo Social, Educación y Cultura remarcó que “si bien los estudiantes de Campana pudieron volver a clases presenciales, me preocupa que en otros municipios no suceda lo mismo, y me alarma porque parece que no se dan cuenta de las implicancias en las posibilidades de desarrollo a nivel individual y social”.
La secretaria de Desarrollo Social, Educación y Cultura del Municipio, Elisa Abella, consideró que “en el segundo año de pandemia, ya tendríamos que haber aprendido cómo garantizar la presencialidad en las escuelas en las mejores condiciones posibles de seguridad”.
En su opinión, “todos en la escuela debe ser la consigna, con los protocolos correspondientes, obviamente”.
Además, se mostró orgullosa de la creatividad de muchas directoras y directores pensado distintos modos de estar en la escuela, poniendo en marcha sistemas de alternancia, grupos reducidos y espacios para la recuperación de aprendizajes. “En este contexto, sabemos que la flexibilidad es la regla. Es mi profundo deseo que esto pase en todas nuestras escuelas, porque no podemos permitirnos generar brechas de desigualdad entre los chicos y chicas campanenses. Confío plenamente en los docentes de nuestra ciudad y en su compromiso y responsabilidad como educadores”, consideró.
Y, en este sentido, enfatizó que, si bien los estudiantes de Campana pudieron volver a clases presenciales, “me preocupa que en otros municipios no suceda lo mismo, y me alarma porque parece que no se dan cuenta de las implicancias en las posibilidades de desarrollo a nivel individual y social”.
Tal como expresó Elisa, las evidencias que la escuela es un lugar seguro se acumulan y parece que las autoridades provinciales no las toman en cuenta.
“Toda la comunidad educativa, refiriéndome a la familia, los estudiantes y los docentes necesitan previsibilidad en la continuidad educativa. No podemos seguir con decisiones espasmódicas”, aseveró la secretaria.
PRUEBAS APRENDER
Elisa Abella también se refirió a las pruebas Aprender y, al respecto, señaló que “ahora también quieren suspender esta herramienta fundamental para saber el estado de aprendizaje de los estudiantes”.
“¿Sobre qué bases van a decidir las políticas educativas sino se cuentan con datos ciertos?, se preguntó”.
Y, por último, hizo hincapié en que “el derecho a la educación de los chicos y las chicas de nuestra provincia debe trascender las diferencias políticas y nos tiene que unir para garantizar el presente y en el futuro de las nuevas generaciones”.