El sábado 31 finalizó el contrato de comodato y el Municipio entregó las llaves del hotel que albergó a 280 vecinos desde el inicio de la pandemia. Siguen en funcionamientos la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y el Seminario Diocesano San Pedro y San Pablo del Obispado de Zárate-Campana.
El Municipio devolvió las instalaciones del Hotel Siderca que albergó a 280 vecinos y el intendente Sebastián Abella agradeció a la empresa Tenaris su colaboración ante la emergencia sanitaria por el COVID-19.
La entrega se realizó el sábado 31 de octubre, fecha en la finalizó el contrato de comodato que habían suscripto las partes el 31 de marzo para convertir el hotel en el primer centro de aislamiento extra-hospitalario de la ciudad para pacientes leves o sospechosos de COVID-19.
No obstante, el Municipio sigue contando con otros dos centros que funcionan en las sedes de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y el Seminario Diocesano San Pedro y San Pablo del Obispado de Zárate-Campana.
“Queremos agradecer la enorme colaboración de Tenaris durante la pandemia. La prestación del hotel fue solo una parte del gran compromiso que tuvo la empresa con la comunidad de Campana colaborando con la Secretaría de Salud para fortalecer el sistema de salud”, enfatizó Abella que además explicó que seguirán trabajando en equipo para combatir la pandemia a través de otros proyectos en pos del bienestar de los vecinos.
Desde que se inició la pandemia, por las instalaciones situadas sobre calle Balcarce pasaron 280 vecinos, con o sin cobertura médica, que por algún motivo familiar necesitaron realizar el aislamiento fuera de su hogar.
Cada uno de ellos fue trasladado al lugar por una ambulancia del SAME o del Hospital San José siguiendo un estricto protocolo de bioseguridad, mientras que el seguimiento de la evolución de la enfermedad estuvo a cargo de la directora Médica Asociada del Hospital San José, Dra. Mónica Gutiérrez.
El hotel fue totalmente acondicionado y contó con un total de 52 habitaciones. El Municipio, a través de la Secretaría de Salud, se hizo cargo del servicio de enfermería y asistencia médica, mientras que Tenaris se ocupó de las cuatro comidas diarias de cada uno de los pacientes y del servicio de recepción destinando personal administrativo.
Allí también brindó colaboración voluntarios de la Cruz Roja que desinteresadamente se pusieron a disposición para atender a los requerimientos de cada vecino aislado.
