El intendente Abella inauguró el flamante lugar que cuenta con todos los recursos necesarios para garantizar partos humanizados. Hasta ahora, se realizaban en el quirófano, donde había espacios delimitados para partos y cirugías.
En el marco de la permanente puesta en valor del Hospital Municipal San José, el intendente Sebastián Abella abrió, junto al equipo de la Secretaría de Salud, las puertas de la nueva Sala de Maternidad.
Este flamante espacio, que permitirá optimizar el funcionamiento del nosocomio local, en el que llegan al año unos 700 bebés, fue totalmente equipado con los recursos necesarios, tales como, camas y lámparas cialítica para que los obstetras, parteras y personal de la salud puedan recibir a los bebés en un lugar cómodo e íntimo.
Como parte de esta importante puesta en valor, también se dispuso una sala para que las personas gestantes puedan realizar el trabajo de parto en un lugar acorde con todo el acompañamiento de los profesionales y de sus familiares.
“Es una alegría muy grande que el hospital siga sumando más y mejores servicios para los vecinos a través de un trabajo planificado de cara al crecimiento constante de la población y a las necesidades que surgen”, enfatizó Abella destacando la importancia de contar con este nuevo espacio.
Acompañado por el jefe de Gabinete, Abel Sánchez Negrette, el Intendente agregó: “Actualmente el hospital recibe en promedio, dos bebés por día. Es un orgullo que más del 60% de las familias campanenses elijan atenderse en la salud pública, pero lamentamos que también exista una falencia en la salud privada que nos hace atender a los vecinos con y sin obra social”.
En tanto que la secretaria de Salud, Cecilia Acciardi, indicó que “todo el equipo trabaja para que las personas gestantes tengan un parto humanizado, en compañía de un familiar y en un espacio adecuado y esta nueva sala va en esa línea”.
También explicó que la puesta en valor de este espacio se realizó con fondos municipales e implicó, entre otras intervenciones, la modificación del piso de granito a vinílico permitiendo así mayores condiciones de limpieza y una adecuada esterilización.
Además, explicó que “con la pandemia tuvimos que destinar este espacio para terapia intensiva con respiradores y dar respuesta a los cuadros con Covid-19 y la sala de maternidad la unificamos con el quirófano, donde había espacios delimitados para partos y cirugías”.